El crudo llega a su valor mínimo en 5 años, EE.UU. aumenta su producción y la moneda rusa se derrumba. ¿Quienés son los actores ante otro cimbronazo económico?
Como ya es una constante desde el 2008, la palabra crisis ocupa a los principales analistas en el mundo. En esta ocasión el tema que predomina es el precio del petróleo y su estrepitosa caída en los mercados internacionales.
Mientras algunos líderes mundiales hablan de un cambio geopolítico que presentará un nuevo orden financiero internacional, el petróleo rompió la barrera de los 55 dólares por barril y se situó en el menor precio de los últimos 5 años cuando el cimbronazo de la economía española sumió la economía en una recesión mundial solo comparable con la depresión del 30.
Las bolsas caen, los precios se hunden, los mercados se resienten y la danza de número sigue un andar vertiginoso de cifras virtuales de un dinero volátil que no existe en lo material. Eso nos lleva a pensar una vez más en la especulación de los poderes fácticos que dominan los precios internacionales y nos preguntamos.
En ese contexto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desestimó el pedido de algunas economías petroleras como Venezuela para reducir la producción petrolera que hoy es de 30 millones de barriles por día. De forma inmediata el precio del petróleo sufrió una estrepitosa caída y hace suponer una mano –para nada invisible- se encuentra detrás de la gran depresión.
Mientras algunos líderes mundiales hablan de un cambio geopolítico que presentará un nuevo orden financiero internacional, el petróleo rompió la barrera de los 55 dólares por barril y se situó en el menor precio de los últimos 5 años cuando el cimbronazo de la economía española sumió la economía en una recesión mundial solo comparable con la depresión del 30.
Las bolsas caen, los precios se hunden, los mercados se resienten y la danza de número sigue un andar vertiginoso de cifras virtuales de un dinero volátil que no existe en lo material. Eso nos lleva a pensar una vez más en la especulación de los poderes fácticos que dominan los precios internacionales y nos preguntamos.
En ese contexto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desestimó el pedido de algunas economías petroleras como Venezuela para reducir la producción petrolera que hoy es de 30 millones de barriles por día. De forma inmediata el precio del petróleo sufrió una estrepitosa caída y hace suponer una mano –para nada invisible- se encuentra detrás de la gran depresión.
¿Quiénes son esos poderes fácticos y que países de
benefician?
Al estancamiento mundial de la economía le debemos sumar el
incremento de la producción de combustible no convencional con la técnica
conocida como “Fracking” por parte de los EE.UU. y el aumento increíble de la
producción de Arabia Saudita que hace ya tiempos no respeta cuaotas ni
políticas de la OPEP, aunque eso por sí solo no explicaría la abrupta caída de
precios.
Algunos analistas se animan
a sostener que se debe a una estrategia
de los Estados Unidos y Arabia Saudita hacia las economías emergentes
productoras del crudo que tienen una clara política opositora a esos países. Un
arma de doble filo ya que de no detener la caída la producción record de EE.UU.
dejará de ser redituable, por otro lado el escenario que se vive beneficia a
China, una de las potencias mundiales, ya que es exportador de petróleo del
mundo.
En el actual esquema demos nombrar a Venezuela, Irán Y Rusia
quienes son economías exportadoras de hidrocarburos y ven desplomarse sus economías
tras una desaceleración en sus ventas que producirá un desequilibrio fiscal con
claros detonantes sociales a mediano plazo. Otros sectores sostienen que es una
política de Norteamérica para debilitar al Estado Islámico (ISIS) que se
beneficia de la venta ilegal de crudo en zonas de Siria que fueron tomados por
el grupo radical.
La Presidenta Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, hablo hace unos días de un reacomodo geopolítico
y dejo en claro que se trata de movimientos especulativos de las grandes potencias
y los poderes fácticos entre los que nombró los fondos buitres que buscan
embargar fondos soberanos del país en una maniobra sin sustento jurídico mundial.
Está claro que no se debe a los esquemas de oferta y demanda
del libre mercado y que por detrás hay un movimiento político especulativo con
EE.UU. como actor principal empezando con su nula intervención ante las
decisiones de OPEP meses atrás. Un primavera de producción estadounidense y potencias
deprimidas es un coctel que no tarda en ver los primeros golpes ante una economía
que no repunta, ente la especulación de aquellos que juegan con cifras astronómicas
de dinero que solo tiene su asidero en lo virtual.
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